Las imágenes mentales (o del pensamiento) se caracterizan en primer lugar porque el contenido de este tipo de imágenes “en principio” no tienen materialidad. Son de naturaleza psíquica. Además podemos decir que este tipo de imágenes no necesitan la presencia de ningún estímulo físico para aparecer, para surgir. Podemos decir que también “en principio” son las únicas imágenes que no tienen soporte físico.
Dentro de estas imágenes mentales podemos hacer otra clasificación:
-Imágenes oníricas: las que hacen referencia a las imágenes de los sueños. Son esas imágenes en las que nuestra conciencia no tiene nada que ver, nos dormimos y de repente aparecen. Aparecen imágenes que son totalmente claras. Nos despertamos y a veces las podemos enunciar con todo lujo de detalles.
-Imágenes alucinatorias: aquellas imágenes producidas por el alcohol, drogas, fármacos mal dados o en exceso, medicinas,…
-Imágenes ordinarias (del pensamiento cotidiano): estas imágenes serían el mejor ejemplo de la cotidianidad del pensamiento.
*Una evocación mental se podría considerar como una copia o consecuencia neurológica de la percepción en ausencia del referente. Ej: te dicen perro e imaginas uno al momento. Las imágenes mentales tienen muchísima importancia en nuestra vida. Actualmente lo imaginado o lo imaginario es muchas veces más importante que las percepciones directas del mundo. Estamos viviendo constantemente entre imágenes mentales que te “bombardean”. Nos acompañan desde que nacemos durante todos los días de nuestra vida, incluso cuando estamos despiertos. Edgar Morín tiene un libro muy interesante, “El cine y el hombre imaginario”, en el que hace referencia al filósofo Paul Sartre porque éste nos dice que una imagen mental puede presentar características completamente objetivas, que nos pueden desmenuzar y describir con todo lujo de detalles algo.
