Tarkovski es uno de los máximos representantes del cine ruso (junto a Eisenstein). Hacía películas íntimas, ocasionalmente controvertidas, siempre hermosas en cada fotograma (hacía un "cine poesía").
Interesado en el hombre y en su búsqueda de respuestas de la vida misma, la decadencia de la verdadera espiritualidad en la sociedad moderna y la incapacidad de la humanidad para responder adecuadamente a las demandas de la tecnología (que domina cada vez más).
Algunas de sus obras más conocidas: "La infancia de Iván", "Nostalgia".