Transcurrió entre 1979 y 1989. Enfrentó a soldados afganos apoyados por países soviéticos y a otros que estaban a favor del islam aunque también apoyados por países como EEUU.
De esta época, destacamos dos fotógrafos:
Steve Mccurry que fue destacado por su fotografía de la niña afgana, portada del National Geographic y catalogada como la más conocida.
Se caracterizaba por vestir con las ropas del momento para pasar inadvertido y coser los carretes a la ropa para que no se los quitaran. Por esto, ganó el premio al mejor reportaje extranjero.
En sus fotos mostraba los sentimientos del fotografiado y se los transmitía a la persona que percibiera la foto.
John Burke. Fotografió la guerra de Afganistán y para ello solicitó el permiso para ir junto al ejército, el cual se lo denegó y tuvo que financiarse el viaje vendiendo sus fotos.
En sus imágenes capta grandes paisajes, escenas callejeras, soldados… con grandes cámaras de madera y placas de negativos poco manejables.
En 2010, sus fotografías se unieron a las del fotógrafo Simon Norfolk para contraponerlas a los tiempos que corren hoy en día.