En una primera etapa, la experimentación con objetos transparentes pulidos reveló su valor como un valioso instrumento para compensar las deficiencias visuales.
En 1568 Daniel Barbaro, colocó la lente convexa en el orificio de una cámara oscura. Se dio cuenta que las imágenes captadas de forma muy difusa, ganaban nitidez. Estas observaciones fueron retomadas por el Johannes Kepler en 1611, comenzó a analizar y comprender las propiedades físicas de las lentes cóncavas y convexas.
Para 1800 los primeros prototipos de cámara armados en una caja, ya tenían una lente montada en el orificio de apertura. Estos equipos básicos no poseían propiamente un mecanismo.
Miembros de la Sociedad Real de Londres, desarrollaron en 1834 arreglos de diversas lentes cóncavas y convexas en un contenedor tubular que podían además, variar su posición alterando la distancia. Sentaron las bases del zoom.
En 1841 Joseph Petzval de Viena, diseñó una lente con un mecanismo de apertura integrado, creando las bases de los diafragmas modernos.
En 1902 el físico alemán Paul Rudolph, desarrollo para Carl Zeiss varios diseños de formas y agrupaciones de cristales denominados como anastigmáticos y cuyo propósito principal era reducir al mínimo las aberraciones esféricas (distorsión en la imagen).
La contribución de Paul Rudolph en el diseño y construcción de objetivos, marcó la pauta a seguir para prácticamente todos los fabricantes modernos.