viernes, 8 de marzo de 2013

La imagen como espectáculo

La imagen es una forma de espectáculo (mirar y observar, conceptos muy unidos). Nos "hipnotizamos" viéndola. Tiende a paralizar el sentido crítico del espectador y además niega el diálogo. El espectáculo impone autoritariamente un punto de vista sobre las opiniones del resto. Luz, música, sonido,... es atractivo, hipnótico.

En nuestra sociedad postindustrial, secularizadas las iglesias como fuente principal de imágenes y de ritos de espectacularización, han cedido su papel de suministradores icónicos al Estado, a los centros de poder económico (empresas comerciales, de comunicación,...).

El Estado-Espectáculo compiten en los medios icónicos con formas espectaculares, en una analgama en que la realidad se hace espectáculo y lo espectacular adquiere el estatuto de lo real.

Ejemplos:
-Operación Primavera, Operación Nécora.
-La CNN y su relación con el Pentágono en las invasiones de países, Guerras del Golfo, invasión de Somalia, Guerra de Irak,...
-Obama.

Creciente adición del público a una civilización icónica supranacional, modelada con criterios estéticos e ideológicos sobre todo norteamericanos. Van desde el ámbito de la publicidad al de las fabulaciones audiovisuales.

La imagen icónica es parte de la ciudad moderna tanto en el escenario exterior (cartel, vallas, electrografías,...) como en el escenario interior (imagen en TV, revistas, cromos, cómics, Internet,...).

Tal abundancia de imágenes, en vez de mostrarnos la realidad, nos la ocultan o deforman. Con frecuencia enmascaran las carencias sociales que nos rodean.