Hacia el año 1910 alcanza el pictorialismo su punto álgido entrando en un proceso de decadencia por el agotamiento de sus propuestas y los cambios sociales habidos, donde su reivindicación artística carece de sentido. Tras el final de la primera guerra mundial sus principales autores abandonan el movimiento ante el empuje de la Nueva Objetividad.
A pesar de la franca decadencia del pictorialismo, en algunos lugares como España continúa su desarrollo hasta bien acabada la Guerra Civil.