La exposición The Family of Man fue producida para el Museum Of Modern Art de Nueva York e itineró por todo el mundo. Se considera uno de los proyectos más ambiciosos que se han intentado en el mundo de la fotografía.
El 22 de febrero del 1955 se inauguró la exposición a la que asistieron seis mil personas, y se batió el récord de afluencia en los 25 años del MoMa. En la exposición encontramos fotos de toda clase desde el nacimiento hasta la muerte poniendo interés en las acciones cotidianas. Se recogió en un libro llamado como la exposición que también tuvo un éxito impresionante.
El responsable de la exposición fue Edward Steichen que era el director de fotografía del museo en ese momento y fue uno de los fotógrafos más importantes del siglo. Seleccionó durante tres años las 503 fotografías que se expusieron de un total que pasaba de los dos millones. En sus comienzos Edward Steichen era pintor pero tenía una empresa con Alfred Stieglitz que promocionaba la fotografía, la nueva pintura y escultura que se estaba creando en América y Europa en ese momento. Steichen fue uno de los defensores del arte moderno en la época en la que las artes plásticas no interesaban al mundo.
En la Primera Guerra Mundial Steichen estuvo al mando del departamento de fotografía aérea del ejército de Estados Unidos. Esta tarea hizo que el interés de Steichen por la fotografía aumentase tanto que pronto dejó la pintura. En la segunda Guerra Mundial y en la guerra de Corea volvió a ocuparse de encargos de carácter militar. El prólogo de la exposición fue escrito por Carl Sandburg. Steichen define la exposición como “un espejo de los elementos universales y de las emociones cotidianas de la vida: como un espejo de la unicidad esencial de la humanidad a lo largo y ancho del mundo. Para conseguir llegar a esa unicidad recoge en la exposición imágenes llegadas de todo el mundo resaltando os parecidos superficiales que se dan en la forma de vestir, las posturas y actitudes.
La exposición The Family of Man comienza con imágenes de noviazgos, matrimonios, embarazos, nacimientos y continúa con la infancia, la vida familiar, el duro trabajo físico con el que los hombres se ganan la vida, con interludios dedicados a las actividades recreativas educativas, a funerales al cumplimiento del culto religioso y con muchas manifestaciones a la soledad y el infortunio para acabar con más imágenes de niños. Se encuentran pocas fotografías que aludan a la violencia política, la imagen más memorable de este tipo es una en la que se ven a dos soldados alemanes obligando a caminar a unos civiles judíos por las calles del gueto de Varsovia, tomada por un fotógrafo alemán anónimo.
Se puede dividir la exposición en dos partes. En la primera parte se observa diferencia de las morfologías humanas, se elimina el exotismo de otras culturas, se muestran las diferentes variaciones de la especie, de las pieles, de los cráneos y de las costumbres extrayendo la verdadera imagen del mundo. En la segunda de ese pluralismo formado antes se extrae la unidad que es el hombre que nace, ríe, trabaja y muere en todas partes de la misma forma y si en esto hay alguna particularidad por la étnica se da a entender que en el fondo de cada persona hay una “naturaleza” que es igual en todos y que existe una matriz común.
Cuando Edward Steichen tenía 67 años comenzó a hacer las primeras exposiciones de fotografía en el MoMa. La exposición The Family of Man tiene su origen en exposiciones de guerra que Steichen había producido antes. En las exposiciones anteriores puso imágenes muy fuertes sobre la guerra pero no consiguió que la gente se mentalizase de lo que había ocurrido y la rechazase. Se dio cuenta que había sido porque había trabajado desde un ángulo negativo y lo que se necesitaba enseñar a las personas era lo maravillosa que es la vida, el ser humano y de lo parecidas que son las personas en cualquier lugar del mundo.
El nombre de la exposición se le ocurrió leyendo un libro de la biografía de Lincon en la que encontró una expresión que decía “la familia del hombre” y se dio cuenta que esa frase englobaba a toda la exposición. Se le asignó un ayudante, Wayne Miller y a partir de ahí comenzaron a seleccionar imágenes hasta llegar a 503 fotografías que representaban a 68 países. La exposición atrajo públicos de toda clase y condiciones (En Guatemala los Indios, el último día de la exposición, bajaron en mula o a pie desde los montes de Guatemala a verla). La exposición viajo por el mundo entero hasta el año 1962y fue vista por más de nueve millones de personas. El mensaje que se pretende transmitir es el mensaje de un mundo unido, de la semejanza de los seres humanos en todos los lugares del planeta, quería dejar atrás las cuestiones políticas y darle un tratamiento visual a la humanidad y los parecidos que hay en momentos difíciles como fue la Guerra Fría. La exposición reinstaló definitivamente en Clerevaux en Luxemburgo y sigue siendo capaz de movilizar a un gran número de espectadores. La única fotografía a color que había en toda la exposición era la fotografía de la explosión de una bomba nuclear que era sin duda un mensaje político en el tiempo de la Guerra Fría.